De pronto, enciendo la televisión y un coro de angelicales madonas peperas aparece interpretando un antiguo bolero. Pero observo que tiene una inquietante letra . Tras desestimar la posibilidad de sufrir los efectos de alguna sustancia psicotrópica, me entero de que el evento se ha producido en el transcurso de un mitín del PP Valenciano. El tema "Somos Madres" es una versión churrigueresca de "Somos Novios", del profanado Armando Manzanero. Una adaptación libre de la Sección Femenina de Coros y Danzas de los populares. Si Pilar Primo de Rivera pudiera oírles, rezongaría satisfecha por comprobar que había dejado, atadas y bien taradas, las neuronas de algunas españolas. También soy madre pero, sobre todo, soy mujer. Un ser humano que aspira a ser libre y tratada en términos de igualdad respecto a los hombres. No presumo de mantener mi casa limpia y pura como estas madres-vestales de rubicundas mechas. En mi hogar, limpiamos todos los habitantes y la única pureza que me preocupa que pierdan mis hijos es la de saber empatizar con las otras personas. Tampoco me gusta que me regalen flores ni me dediquen achuchones para que olvide un engaño. Prefiero un corazón quebrado a vivir una mentira. Pero hay mentiras muy rentables. Por eso muchas señoras de buena posición, y mejor predisposición maternal y cristiana, miran para otro lado cuando, al asomarse al espejo, descubren una robusta cornadura que brota de sus cabezas. Pero un bolso de Vuitton, bien merece algún pitón. O al menos eso se deduce de la letra de su opera prima. En fin, quizás podría echar una diatriba sobre el paso atrás que supone para la mujer adoptar este tipo de rol en pleno siglo XXI. O discrepar encarnizadamente sobre las diferentes visiones del amor y la maternidad que tengo con estas ruiseñoras. Pero me da pereza. Además creo que nada resume mejor este suceso que las últimas estrofas de su infumable glosa lírica: Sin hacer más comentarios, somos madres. Pues eso, sin comentarios.
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