jueves, 5 de abril de 2012

SI, SE PUEDE DISFRUTAR DE UNA SEMANA LLAMADA SANTA



Semana Santa para algunos, tiempo de vacaciones con sus viajecitos, sus procesiones, sus capirotes, sus cristos y vírgenes. ¿De verdad hay dinero para pagar todo esto?

Simplemente unos días de descanso para la mayoría de los españoles, para los que están en paro, para los que tienen un ERE sobre sus cabezas, para los que trabajan en precario, para los desahuciados y para todos aquellos que aún teniendo trabajo no entienden como, con la que esta cayendo, aún hay quien se puede permitir irse de vacaciones.

Tiempo de descanso, merecidísimo después de todo lo que llevamos tragando y aguantando desde que nuestros incompetentes gobernantes, al dictado de esos voraces mercados y de frau Merkel, decidieran que deberíamos transmutarnos en parias. En intocables, destinados como los sufridos griegos y portugueses a terminar convertidos en esclavos, en siervos agradecidos a unos amos que nos despojan de nuestros derechos, libertades y nos expulsan de nuestros trabajos.

Tiempo para pensar, para leer, para reorganizar tu vida y tu casa. Para recuperar a los amigos, para visitar tu ciudad, para reconciliarte con ella. Para hacer deporte, para sacar la bici, -ya hace buen tiempo-, para recorrer los caminos, para hacer monte, para coger la cámara de fotos y tomar buena nota de lo hermosos que están esos arboles escandalosamente floridos. Tiempo también para escribir, a aquellos que nos gusta, para ordenar las ideas, preparar temas, recoger información. Disfrutar del tiempo sin esas prisas que el lunes próximo nos volverán a asaltar.

Que importa que llueva o haga mal tiempo, hay muchos lugares largo tiempo postergados, a los que acudir. Pelis que ver, nada como esa ceremonia casi ya olvidada de sacar la entrada y durante casi dos horas sumirte en la oscuridad, protagonizando como uno más esa maravillosa historia.

O visitar un museo, estos días en Zaragoza y seguro que en otras ciudades, hay un montón de intesantisimas exposiciones que recorrer. Asistir al teatro, si tu bolsillo te lo permite o si no simplemente perderte por las callejuelas de tu ciudad descubriendo espacios y calles ya olvidados que te recuerdan con sus olores y paisajes a tu niñez.

No hace falta largarse fuera para disfrutar de unos días de asueto, seguro que cada uno de nosotros tenemos un viaje interior y próximo pendiente de hacer. Ni siquiera los malos augurios y el mal rollo que todos arrastramos deben de impedirnos hacerlo.

Mis recomendaciones que también son mi lista de cosas a hacer estos días van por:

Ir a ver la exposición de Catalá-Roca en La Lonja. Fotografías en blanco y negro de la etapa más negra de nuestra reciente historia. Recomiendo buscar las similitudes entre la situación actual y la que reflejan las imágenes

Sacar entradas para ver “Intocable”, una peli francesa basada en hechos reales, que cuenta la relación entre un aristócrata paraplejico y su cuidador, un joven senegales de los suburbios parisinos. Risas mezcladas con momentos para la reflexión y una apuesta por la vida.

Recorrer mi/tu ciudad, perderte por ella. Visitar lugares que hace años que nos has pisado.

Hacer torrijas, dulces o lo que os apetezca. ¿Cuanto hace que no entráis en la cocina solo para disfrutar cocinando.

Terminar ese libro que desde hace semanas acompaña mis sueños desde la mesilla de noche y que siempre se queda el último.

No se si tendré tiempo para todo, porque también me apetece no hacer nada. Ver caer la lluvia desde mi ventana, sentir la llamada del agua primaveral, ponerme el chubasquero y salir a que me moje ese chaparrón, -podía caer más-, que tanta falta hace a los campos de este reseco Aragón.

El lunes, volveremos a la prisa, al stress, a las carreras, a las noticias terribles, a los cabreos, pero hoy y los próximos días son de fiesta, permitámonos si podemos, disfrutarlos.









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