martes, 10 de abril de 2012

MACHACAR AL VECINO

En este país se ha practicado desde antiguo el deporte, muy extendido por cierto, de machacar al vecino. Una práctica a la que los españoles, al igual que en otros países de nuestro entorno, nos entregamos con una dedicación y ahínco que ya quisiéramos para otras actividades.

Desde niños se nos inculca la noción de que si uno es débil, diferente o resulta extraño al grupo, debe de ser reconducido al rebaño cual pollito en medio de manada de lobos. Para ello y en función de las edades se echa mano de los mamporros, los coscorrones, el desprecio, la separación o incluso la exclusión.

Luego con la edad tendemos a volvernos más “civilizados” -es un decir- y practicamos estas mismas malas artes, pero de una manera más sibilina. Todos conocemos casos de compañeros de estudios, trabajo o deportes que haciendo uso de éstas y otras artimañas, en algún momento nos han vituperado ante nuestros jefes, compañeros y amigos, o incluso utilizando el arma de la descalificación han conseguido que no nos concedieran ese merecido ascenso o trasladándolo al deporte de grupo, que no formáramos parte de aquel anhelado equipo que en nuestros sueños juveniles hubiera podido conseguir todos los trofeos. Si hiciéramos un ranking de zancadillas seguro que nos llevaríamos uno de los primeros premios.

Estos día hemos visto en la prensa varios casos, nada ejemplarizantes, de este deporte. Ahí tenemos al presidente Nicolas Sarkozy, que embarcado en la campaña electoral para las presidenciales francesas, no tiene empacho en machacarnos una y otra vez, poniendo a España junto con la baqueteada Grecia como ejemplos nada recomendables de lo que no debe de ser un país que se precie de pertenecer a la UE. No es que ellos anden mejor que nosotros, no señor, pero su presidente no tiene inconveniente en sacar pecho, atizar al vecino e intentar convencer a sus conciudadanos de esa manera de que “los pollitos españoles” son unos manirrotos, necesitan imperiosamente que se les meta la tijera a los bolsillos y transmitir de paso la idea de que todo lo que se les castigue es poco ya que han tenido la osadía de vivir por encima de sus posibilidades.

La idea que transmite Sarkozy en sus discursos es: A esos malnacidos, a los PIGS, caña. Machaquémosles para que aprendan que aquí los únicos que pueden considerarse ciudadanos de primera somos nosotros, y bueno, también esos alemanes cabezas cuadradas, que poseen todos los resortes para encauzar la economía en la dirección que marcan los mercados.

Mientras el jefe de los pollitos machacados, Mariano Rajoy, -ya saben el presidente de ese país de manirrotos que es España-, calladito y sin decir ni mú. Aguanta los porrazos parapetado tras sus ultramontanas huestes. Escondido tras las faldas de ministras doberman y ministro bocazas e incompetentes, esperando a ver si escampa y las cosas se arreglan por la vía de privatizar todo y dejar a los españolitos en los “purititos huesos” o de puro aburrimiento. Una filosofía esta última de la que Rajoy es un notorio seguidor.

¿Y que me dicen de la santa iglesia católica? Un dechado de fraternidad, solidaridad, piedad y empatía con el prójimo, oiga. La cosa tiene más perendengue con los boys de Ratzinger. Ha sido ganar la derecha las elecciones y desbocarse. Durante la etapa socialista nos regalaron un rosario, -hay que fastidiarse-, de manifestaciones, protestas y presiones sin fin en nombre de la familia de toda la vida, el matrimonio como debe de ser, no faltaría más, y ataques viles a los derechos más fundamentales consagrados por la Constitución como el divorcio, el matrimonio entre homosexuales o el aborto. Ahora que los suyos mandan no tienen otro objetivo que volver a la época más cavernaria y preconcialiar que ha sufrido esta sociedad. Ya y sin tapujos ni mordazas utilizan no solo sus púlpitos sino que se atreven a lanzar sus diatribas desde aquellos que pertenecen a la sociedad española como ha sido el caso de RTVE. Se nos habían olvidado estas prácticas, pero mucho me temo que de seguir así, dentro de poco dirijiran desde la caja tonta el rosario en familia o nuestras vidas como ya hacen desde púlpitos amigos como Intereconomia, Popular Tv y otros medios de parecido pelaje.

Las declaraciones de monseñor Reig, obispo de Alcalá, bien pueden ser calificadas de violencia y odio homófobo, ya que sin ningún pudor o demostración de amor hacia una parte importante de sus semejantes, equipara la homosexualidad con la prostitución y las drogas. ¡Ya estamos otra vez machacando al diferente!

En cuanto al aborto, otro de los caballos de batalla de esa iglesia retrógrada, casposa y maniquea, ¿a que espera la fiscalía para actuar de oficio?. Solo hace unos meses y por hacer declaraciones que promovían la violencia y el odio contra las mujeres, esa institución actuó de oficio contra el imán que las promulgó. ¿No es acaso violencia el castigar y negar a la mujeres unos derechos, entre ellos el aborto, reconocidos por la Constitución? Otra ración de machaque para estas hembras marimachos, sabiondas, respondonas y lúbricas.

Mientras, ese mismo obispo y la diócesis de Alcalá, protejen y costean la casa a un cura pederasta, que de no ser por la sotana y ese maldito concordato con el gobierno español, estaría en la cárcel pagando por meter mano y otras cosas a menores que no pueden defenderse.

Ya ven que ejemplos tan edificantes que transmiten a las generaciones venideras. Lo mejor es machacar al diferente, al que no opina como tu, al que viene de lejos o al que considera que matrimonios como familias, hay muchas y todas tienes su sitio en esta sociedad.

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