jueves, 4 de agosto de 2011

ESA CRISIS QUE NOS DEVORA



No se si a vosotros os pasará lo mismo, pero yo últimamente me levanto todos los días con una congoja que solo se disipa a medias tras escuchar la radio.  Día tras dia espero la terrible noticia de que de una vez por todas este país y con él toda Europa se ha ido al garete.

Desde luego hacer este ejercicio de sadomasoquismo no es lo mejor para empezar el día, pero no me resisto a salir a la calle sin haber satisfecho mi curiosidad por saber si hoy va a ser mi último día como ciudadana con derechos y libertadas, o tal vez desde ya mismo, esos mercados que se encargan de amargarnos la existencia y aquellas agencias de calificaciones que se empeñan en ser como buitres carroñeros, nos van a dejar en cueros y con una deuda que no habrá país alguno que pueda pagar.

Hace dos noche, y tras saber que la prima de riesgo había llegado a los 407 puntos, me acosté pensando que al día siguiente la deuda española estaría en el mismo paquete que la portuguesa o la griega. Oía a los contertulios en la radio y pensaba:  ¿qué más nos puede pasar?.

Hoy me he desayunado escuchando a la ministra Salgado, que reconoce que la situación es muy preocupante pero no muy grave. Económicamente la situación española debe de ser como la esos enfermos que Chumi Chumez dibujaba en La Codorniz, que aunque estaban "muy malitos", no había que preocuparse por ellos.

¿Cuando vamos a reconocer que estamos con un pié en el precipicio? Hasta que no lo hagamos, mientras sigamos presumiendo como también decía esta mañana Emma Bonino, ex eurodiputada y actual vicepresidenta del Senado italiano, de que España e Italia  presumen de ser paises que pagan sus deudas ¿? y que las familias aunque endeudadas, hacen frente a sus obligaciones, no saldremos de este atolladero.

Ella comparaba la situación de los dos estados, en puertas de la suspensión de pagos, para llegar a la conclusión de que nuestra situación como la de Italia, es gravísima. Seguimos esperando a que desde Bruselas, la UE nos eche una mano, vaya que nos compre deuda pública, pero Jean Claude Trichet, el presidente del banco europeo, no ha dicho la última palabra. Mientras, la bolsa española ha vuelto a desplomarse. Pobrecita ya no le debe de quedar ningún hueso sano, lleva dándose costaladas día si y día también, desde hace meses.

Y mientras tanto, el gobierno alemán frotándose las manos. Con la inestimable ayuda de las agencias de califición y esos nefastos mercados, casi ha ha tumbado a Italia y España. Vamos a la deriva en una misma balsa, a lo lejos divisamos a otros países más perjudicados que ya no tienen ni siquiera una donde protegese. Vagan por el mar proceloso de la deuda agarrados a un tronco que cada día se deshace un poco más.

¡Qué ilusos estos alemanes!, piensan que a ellos no les llegará la hora. No se dan cuenta de que la voracidad de estos buitres no tiene fin. Y como aquella cita, tras los pobres y deshauciados paises del sur, los de la periferia de la zona euro, cuando ya no quede nadie a quien esquilmar, ellos seran los próximos en caer en sus garras.



No se si esta noche lograré dormirme. O si al hacerlo soñaré con buitres carroñeros y hienas sedientas de sangre. Es lo que tiene el subconsciente. Lo que si es seguro es que mañana, otra vez al encender la radio escuchare terribles noticias sobre nuestra economía, y a los "sabios" de este país diciendo que no pasa nada, que todo va a arreglarse en cuanto cambie el gobierno.

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