miércoles, 27 de julio de 2011

"Y`EN A MARRE", ESTAMOS HARTOS



El pasado 25 de julio, el Centro Social y librería “La Pantera Rossa”, -un espacio social que aglutina alrededor del espacio de su librería y salas de reuniones a un buen grupo de colectivos-, organizó un encuentro con representantes del colectivo senegalés “Y' EN A MARRE”, (Estamos hartos).

Este colectivo nacido en un primer momento al calor de grupos de Hip Hop de Dakar, ha derivado con el tiempo y debido a la grave crisis que esta sufriendo el pueblo senegales, en algo parecido a los Indignados españoles, pero en versión africana.

Con el 23-J como fecha de arranque, este grupo que tiene ramificaciones no solo en Senegal, sino también en Francia, EEUU y aquí en España, se propone denunciar la situación actual del país. Según nos contaron sus representantes, los cortes de luz son una constante en la vida de los senegales, cortes que hasta hace poco duraban entre 3 y 4 horas al día, pero que ahora se prolongan hasta 10 horas, haciendo casi imposible una vida normal, la asistencia sanitaria en los hospitales o el transporte. Además el país sufre una constante lluvia que no solo se circunscribe a determinadas épocas del año, sino que es permanente, provocando inundaciones, cortes de carreteras y lo que es peor graves enfermedades a causa del agua estancada y la continua humedad. Esta situación esta afectando principalmente a los niños y a los ancianos, que en muchas poblaciones del interior, tienen sus casas permanentemente anegadas de agua.

No extraña pues que la población senegalesa manifieste un gran malestar social debido a las malas condiciones de vida y a la escasez crónica de electricidad, saliendo a la calle en multitudinarias manifestaciones para denunciar la desastrosa gestión del país presidido por el Presidente Abdoulaye Wade. También critican los abusos y la corrupción de la clase política que no entiende de partidos ya que afecta por igual al partido Democrático senegales en el poder, como al socialista en la oposición. Sin olvidarse de dos de las señas de identidad de sus conciudadanos: el fatalismo y el conformismo del pueblo senegales, a los que desde “Y`en a marre” se anima a que ejerzan la fuerza de las urnas y no permitan que el Presidente Wade se perpetúe en el cargo a través de su hijo Karim Wade.



Baste como ejemplo de ese derroche y corrupción la enorme estatua llamada “Monumento Renacimiento africano” levantada en su capital, Dakar, por trabajadores norcoreanos,que esta valorada en más de 25 millones de dólares. Un ejemplo de la megalomanía de su presidente, que ha levantado las iras de la población, contraria a este desaforado gasto, mientras el pueblo pasa hambre y tiene que emigrar.

El anciano Presidente de 84 años, que va por su segundo mandato, intenta por todos los medios modificar nuevamente la constitución para poder ejercer un tercer mandato que con la actual no se le permite, a dirimir en las urnas en 2012. Pero ante la hipotética posibilidad de que no pueda presentarse a una tercera elección, allana el camino a su hijo Karim, quien ejerce el poder en la sombre desde un super ministerio creado ex-profeso para él.

Senegal que se enfrenta a una crisis permanente, ve como su economía basada en el turismo, la pesca y la extracción de minerales, va perdiendo fuelle. Cada vez hay más jóvenes en paro que se ven forzados a la emigración. Sus grandes recursos pesqueros no están en manos de los senegaleses sino que son esquilmados por multinacionales chinas, francesas y españolas. Ya lo decía uno de los representantes de “Y`en a marre”: las decisiones que se toman en España afectan tanto a este país como a Senegal. Y muchas de sus consecuencias perjudican gravemente a la población senegalesa.

Ellos trabajan desde aquí para que la situación cambie, desde la emigración o como ellos la llaman, desde “el exilio económico”. Con estas reuniones quieren dar a conocer los movimientos que se están produciendo en el país, la influencia que sobre ellos tienen los políticos, los representantes religiosos, la sociedad en su conjunto e incluso los que como ellos están en la diáspora. Muchos de estos ni siquiera tienen papeles, vinieron buscando un mundo mejor y un trabajo que difícilmente podrían encontrar en este Senegal sin electricidad y con el agua en los tobillos. Aprenden de la situación política española, para llevar en un día no muy lejano esas enseñanzas a su país y aplicarlas para conseguir una democracia más participativa. Son los indignados de África, no son los únicos, hay más países en los que la población como en Senegal esta harta, pero ellos han decidido levantar la voz, manifestarse y trabajar para que la sociedad senegalesa tome conciencia y cambie con su voto esta dramática situación.

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