martes, 27 de septiembre de 2011

ULTIMO AVISO: O CAMBIAMOS O NOS VAMOS AL CARAJO

Tomemos como premisa mi maltrecha economía de "mil-y-poco-eurista". A mi cada principio de mes me ingresan el salario en mi cuenta corriente, lo que se traduce en unos numeritos (cada vez tirando mas a 0 que al infinito, por desgracia) que aparecen en la pantalla del cajero o en el papel del estracto. Estos numeritos tienen una expresión en forma de dinero, algo que por definición se puede cambiar por bienes y servicios y que constituye la base de toda economía, aqui y en Burundi. Hasta hace unos añicos, cada vez que queríamos hacer una transacción de las englobadas en la economía doméstica -comprar el pan, el periódico, hacer una pequeña reforma en casa o dar una propina a un camarero eficiente- tirábamos de efectivo, es decir, convertíamos los números en pasta contante y sonante. Pero la cosa ha cambiado, pues las nuevas tecnologías, unidas al ya asentado uso de la tarjeta de crédito, hacen cada vez mas prescindible el uso de la moneda corriente. Ventajas: es mas cómodo, pues no tienes que ir siempre con cambio de menos de 50 € y los bolsillos de las camisas de los jubilados ya no revientan por el clásico "taco" consisitente en su pensión íntegra cobrada a principio de mes y en billetes pequeños para poder dar la propina a los nietos. Desventajas: cada ve se emiten menos tiradas de monedas curiosas (con lo que molaba encontrarse las de Barcelona '92 entre la calderilla o los famosos y escasos Euros del Vaticano, que se compraban por un valor muy superior al real en el mercado del coleccionista), y la mas sangrante de todas: se está jugando con mas dinero del que realmente se emite.

Esto a priori puede ser bueno: cuanta mas pasta hay en movimiento mejor, a mas tocamos. Pero como siempre pasa en estos casos, tocarlas, las tocan los de siempre. No es comprensible que por ejemplo el monto total del rescate financiero a Grecia sea de 110.000 millones de Euros, y el total de moneda emitida físicamente en papel por el BCE es de 83.423 millones. Y solo estamos hablando del rescate a Grecia...

Con cifras como esta se entiende que se estén permitiendo barbaridades económicas como basar todo el funcionamiento del sistema capitalista en el límite de endeudamiento de una persona física o jurídica, asi como de administraciones gubernamentales a todos los niveles. No se a vosotros, pero a mi de pequeño me contaron el cuento de La Lechera y me quedó bastante clarito que hay que vivir conforme a tus posibilidades reales de poder adquisitivo, no por encima de ellas como han estado haciendo la mayoría de las personas a las que la crisis ha afectado de verdad, ni mucho menos ignorándolas como hacen las grandes fortunas y los estados capitalistas ( que a efectos, son todos ).

Hay que cambiar de mentalidad, pero rapidico, antes de que esto acabe de reventar. Cada vez estamos mas cerca de cagarla con mayúsculas y no parece que nadie con voz y voto se esté dando cuenta. A los pocos que somos conscientes se nos ignora sistemáticamente, lo que me hace pensar en si el mensaje o el canal que utilizamos es el correcto o no. Tras las próximas elecciones es mas que predecible que peguemos otro giro hacia el neoliberalismo salvaje que probablemente acabe de enterrar a muchas economías que están en la cuerda floja. Tenemos poco tiempo para cambiar de hábitos de consumo y de gobernanza económica domestica. Creo que esa será la única forma de sortear esta crisis, porque si pretendemos depender de lo que los dirigentes hagan, estamos jodidos. Ahi lo dejo....

Incordio ergo Sum

1 comentario:

  1. Muy fino y acertado el comentario. Una clase de economía para principiantes, despistados y burriciegos.

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